Abhijit Roy
1. Vuelta
Las veredas parecen extrañas en la noche
cada vez que un bache me hace abrir los ojos
que de nuevo el cansancio unta con sueño.
Por las calles vacías corre el bus, los escaños llenos de gente.
Ruido del motor, bulla de voces, y dentro del alboroto
cada persona en su burbuja de silencio íntimo.
Pide pasajes el inspector, vendiendo boletos,
navegando los estrechos de la soledad
que acecha entre cuerpos ajenos.
Me duele la lumbar.
Miles de kilómetros más allá dos países van a la guerra
mientras me vuelvo a casa… a mi mundo silencioso
en el centro de la esfera de sonidos lejanos.
–
2. Yo así te amo
No sé por dónde se esconde el alma del árbol.
¿En las hojas?
Pero he visto el invierno despojarlo de todo y no se murió.
¿En el cuerpo?
Pero he visto estallar en retoños verdes un muñón que parecía estéril.
¿En las raíces?
Pero, he visto ramitas rotas que se hacen árboles a la caricia de agua y tierra.
¿Dónde entonces?
No lo sé, pero me di cuenta de que
yo así te amo.
–
3. Dice la manta
Estos días tengo mucho frío,
aunque bien tú te abrigues conmigo.
Sueño con la calidez que sentí nacer
del roce de dos almas felices,
inocentes los cuerpos.
Después llegó otra
que emanaba de dos almas inertes,
cuerpos voraces.
Yo no la reconocía.
Y para cuando me acostumbré,
quedó sólo la tuya
y frío…mucho frío.
¿Por qué no me quemas?
Parece que hayas muerto.
–
4.
Pasadas las lluvias
las orguas salen desesperadas
a seguir su destino
de ser mariposas.
Y bajo suelas y ruedas dejan
manchas temporales sin arrepentirse.
La metamorfosis, incumplida.
Con meros dolores y alegrías vivimos.
Las lluvias vienen y van.
No podemos salir desesperados
para ser mariposas.
–
5.
Anoche un poema esperaba
que alguien lo vistiera de palabras
y lo salvara de la vergüenza
de salirse desnudo en un grito.
Pero en el laberinto de la mente
lo acechaba el silencio, y devoró.
–
6.
Trae el mar las historias que todos lo han contado.
Las olas llevan fragmentos de recuerdos de orilla en orilla.
Mueren los caracoles pensando en viejos amores,
y los peregrinos vienen para escuchar
del qué habla el mar.
El mar no habla de nada.
Tal vez a sus orillas, hablan consigo mismos.
–
7. Palabras ligeras
A veces me siento como un vaso lleno
a punto de desbordarse,
derramando palabras que tocaran
el fondo de un pozo todavía insondable.
Pero cada vez que las echo al agua,
flotan.
–
8. Calma
Quiero dormir el sueño de las piedras musgosas
al pie de los árboles.
Escondido en un rincón seguro, profundo, verde.
Suspendido en el momento silencioso
entre lluvias.
–
9. La noria
Come la roya
los huesos férreos de la noria.
Había dado tantas vueltas de alegría
¿qué recuerdos guarda de su empeño?
O cansada de tanto girar duerme
un sueño sin sueños.
–
10. Elixir
El amor para mí
era preparar el té para ella.
Mitad y mitad de agua y leche,
cucharada de la hierba seca,
jengibre rallado,
a veces cardamomo, canela, clavo,
y de remate, dulzura.
Hoy, en los días de resfrío
me recuerda de ella
y me cura.
–
11. Al cruce
Al cruce cada calle me lleva a una distinta soledad.
Desaparecen fragmentos de mi pasado
dejando oquedades en mi presente.
Voy reflejando en la vigencia de la palabra ‘siempre’.
Yo me voy… voy, de repente.
–
12.
Vienen las almas de los árboles talados
a posar sobre sus muñones,
intentando sentirse vivo otra vez
por las raíces aun agarrando tierra
y de suspiros nace el viento.
En cuanto a la muerte,
es solo un cambio de contenedores.
–
13.
Seré enorme y ruidoso.
Como si la masa fuera a contrarrestar
el cavernoso hueco interior.
Como si el rugido fuera a ahogar voz cualquiera.
Músculos tangibles contra un peso psíquico,
y el ceño, un blindaje.
¡Apártate!
–
14.
Bailamos que venga la lluvia.
Regamos con la sangre de lo mejor del ganado
la tierra agrietada.
El cielo sigue azul y todo sobre la tierra se baña
en el amarillo intenso de la sequia
mientras creamos bolsillos de frío en cajitas de hormigón,
y calentamos sin saber, o sin querer saber,
la burbuja que compartimos.
Todos ignorantes,
unos adrede, otros sin darse cuenta,
engañándose en la danza fútil.
–
15.
Que me tiñas los días del invierno
el color de la obra de abejas.
Que me toques tan tierno
como la tarde por las rejas.
Que seas mi temor
ante la grandeza del mar.
Que seas mi valor
ante el juego del azar.
-x-
Bio– Abhijit Roy
Soy de India. Literatura y arte siempre han sido mis amores de vida. Empecé escribir y pintar desde muy pequeño y hasta hoy son para mí las únicas formas en las que logro autoexpresión verdadera. Escribía en dos idiomas, el bengalí que es mi lengua materna e inglés. Me enamoré del idioma español en cierto punto de mi vida y me dediqué a aprenderlo. Me abrió portales a mundos de riqueza intelectual y también reveló aristas de autoexpresión que podría explorar. Desde entonces empecé a escribir en español también. Estos poemas que comparto abajo son mis humildes intentos.

















