Maria João Cantinho. Trad. Lauren Mendinueta

Maria João Cantinho. Trad. Lauren Mendinueta

DE LO ÍNFIMO

Sólo sé de lo ínfimo
y del murmullo de las pequeñas cosas,
esas que no llegan a la palabra
como la sombra o el viento
dibujándose bajo los álamos,
en tranquila reverberación.

Y nada sé, más allá de ese canto
Invisible, más sueño que metáfora,
del tiempo que está en el fruto
o de lo que sabe ser sol, sin alardear
de lo breve y del paisaje.

Y nada sé de esa grandilocuencia
de los hombres, de sus promesas
y los gestos que traicionan el corazón,
de esa palabra o exceso que mata
la perfección circular del instante.

Si es vida, oro o sangre,
nada sé, nada de nada
porque él escondido está
en lo ínfimo y en la sombra. Oculto.

Do ínfimo

Não sei senão do ínfimo
e do murmúrio das pequenas coisas,
as que não chegam à palavra
como a sombra ou o vento
desenhando-se sob os álamos,
em quieta reverberação.

E nada sei, senão desse canto
Invisível, mais sonho que metáfora,
do tempo que é no fruto
ou do que sabe ser sol, sem alarde
do breve e da passagem.

E nada sei dessa grandiloquência
dos homens, das suas promessas
e dos gestos que traem o coração,
dessa palavra ou excesso que mata
a perfeição circular do instante.

Se é vida, sangue ou oiro,
nada sei, nada de nada
escondido que ele é
no ínfimo e na sombra. Oculto.


60 ZAPATOS A ORILLAS DEL DANUBIO

Sabías que frente a ti
no estaba apenas el bello Danubio,
no estaban tan solo las aguas que corrían,
lentas y oscuras,
el castillo de Buda, alzándose imponente,
también estaba la muerte, a la que te empujaban
sin otra razón que la de ser judío.

60 zapatos a orillas del Danubio
son nuestra vergüenza, vergüenza humana,
el precio de nuestro silencio frente la matanza,
el precio de nuestra indiferencia ante la masacre
y hoy contemplamos el Parlamento
el lugar de la libertad allí, tan cerca,
y la mirada de Attila Jozséf
sobre el río, soñando con su amada Europa.

60 sapatos à beira do Danúbio (em Budapeste)

Sabias que diante de ti
não estava apenas o belo Danúbio
não estavam apenas as águas que corriam,
lentas e escuras
o castelo de Buda, erguendo-se imponente,
mas a morte, para a qual te empurravam
sem outra razão que a de seres judeu.

60 sapatos à beira do Danúbio
são a nossa vergonha, a da humanidade,
o preço do seu silêncio diante da matança
o preço da sua indiferença diante do massacre
e hoje contemplamos o Parlamento
o lugar da liberdade ali tão perto
e o olhar de Attila Jozséf
sobre o rio, sonhando a sua amada Europa.


EL LENTO PASO DE LOS NÓMADAS

Seguir el paso lento de los animales
y sumergirse en su ritmo milenario
en la respiración de las arenas
y del viento, en la senda de los nómadas,
caminando a través de los días
y las noches, soñando líneas
de oasis y sombra.

Escribiendo, página a página,
esta luz, la voz sin memoria,
descifrar el lento paso de los animales
y escuchar el corazón de las estrellas,
caminando en una dirección
el vacío del horizonte.

Y, línea a línea, como un río
de un caudal donde se desborda el lecho,
escribes, dando la vuelta a los días
sembrando imágenes y buscando espejos
invocando sombras
en ese lugar que es camino
y muro, pergamino
foso y puente
en la la senda de Juan de la Cruz,
de Rumi, de Eckart
y de todos los hambrientos
de luz y salvación.

El ojo animal te espera.

O lento passo dos nómadas

Seguir o passo lento dos animais
e mergulhar no seu ritmo milenar
na respiração das areias
e do vento, na senda dos nómadas,
caminhando por entre os dias
e as noites, sonhando linhas
de oásis e sombra.

Escrevendo, página a página,
esta luz, a voz sem memória,
decifrar o lento passo dos animais
e escutar o coração das estrelas,
caminhando numa única direcção
o vazio do horizonte.

E, linha a linha, como um rio
de um caudal, onde transborda o leito,
escreves, revirando os dias
semeando imagens e procurando espelhos
convocando sombras
nesse lugar que é caminho
e muro, pergaminho
fosso e ponte
na senda de Juan de la Cruz,
de Rumi, de Eckart
e de todos os famintos
de luz e de salvação.

O olho animal aguarda-te.

RACHMANINOV

Esa lentitud con que haces nacer
de tus dedos
una arena antigua
estrella desgarrada en la noche
ese lentíssimo adagio, verso de tiempo
anunciando la ruina de una mirada.

Este fuego puro
creciendo secreto
brisa que danza en el follaje,
llamando a los dioses
y a una ligereza felina.

Esa forma de llevarnos por atajos
de montañas y sombras de álamos
a orillas de un inaudito río.

Esa fuerza que reclama lo alto
y el nombre de cada ser,
esa luz irrepetible
abriendo los caminos de la mañana
entera
en el sonido de lo que ya es pasado
y aún no se ha abierto
a lo que vendrá. Lo que es.

Rachmaninov

Essa lentidão com que fazes nascer
dos teus dedos
uma areia antiga
estrela desgarrada na noite
esse lentíssimo adagio, verso de tempo
anunciando a ruína de um olhar.

Esse fogo puro
crescendo secreto
aragem dançante na folhagem,
chamando os deuses
e uma leveza felina.

Esse modo de conduzir-nos por atalhos
de montanhas e sombras de álamos
nas margens de um inaudito rio.

Essa força que reclama o alto
e o nome de cada ser,
essa luz irrepetível
abrindo os caminhos da manhã
inteira
no som do que é já passado
e ainda não aberto
ao que virá. O que é.


HAY UN PAÍS ANTIGUO QUE SE ABRIGA EN MÍ

Hay un país antiguo que se abriga en mí
un país que sólo recuerdo
en la niña que fui, un lenguaje
de sol y agua que se pega a mi piel,
y obstinadamente quiere ser tiempo en mí,
quiere ser boca, busca la apertura,
se desliza entre las grietas de la memoria,
como un pájaro de alas rotas.

Hay un país antiguo que se refugia en mí
y yo busco la voz de viento para cantarlo,
en esa arpa fría que es mi propia memoria.

Há um país antigo que se abriga em mim

Há um país antigo que se abriga em mim
um país de que não me lembro
senão de mim menina, uma língua
de sol e água que se cola à minha pele,
obstinadamente quer ser tempo em mim,
quer ser boca, procura a abertura,
escorre entre as fendas da memória,
como um pássaro de asas partidas.

Há um país antigo que se abriga em mim
E eu procuro a voz do vento que o cante,
Nessa harpa fria que é memória minha.


ANTES DE ESO ESTABA LA SOMBRA

Antes de eso estaba la sombra
el padre tomando una siesta
y el sonido del mar al fondo,
tal vez distorsiono la imagen,
pero no ese azul atlántico
ardiendo en el viento, esa luz
única, a cielo abierto
y todo tan lento
porque el tiempo no tenia distracciones
ni se dejaba comer por los rigores
del trabajo o de la vida prestada.

En ese tiempo, las casas estaban habitadas
y los sueños lentos
las sombras de la noche,
se confundían con las ramas de los árboles,
algunos sueños no se desvanecen o mueren
son raíces que se clavan en el cuerpo
cartografías improbables, secretas,
y cuando galopa el silencio,
bajan a nosotros, nos llaman
y nos arrastran por los cabellos.

Antes de eso era este azul atlántico
creciendo por la tarde.

Antes disso havia a sombra

Antes disso havia a sombra
o pai a dormir a sesta
e o rumor do mar ao fundo,
talvez me falseie a imagem,
mas esse azul atlântico
a arder no vento, essa luz
única, a céu aberto
e tudo tão lento
porque o tempo não tinha distracções
nem se deixava comer por rigores
de trabalho ou de vida emprestada.

Nesse tempo eram as casas habitadas
e os sonhos lentos
as sombras da noite,
a confundir-se com os ramos das árvores,
alguns sonhos não se abatem nem morrem
são raízes que se fincam no corpo
cartografias improváveis, secretas,
e, quando galopa o silêncio,
descem até nós, chamam-nos
e arrastam-nos pelos cabelos.

Antes disso era esse azul atlântico
a crescer na tarde.


SABANA

Si te pidiese la demora, padre,
de un cuerpo aplazado, todavía,
y te contase de nuevo los viajes
que hacíamos en los viejos tiempos
y mis palabras pudiesen
calentar tu mirada, traerla de nuevo
a mi suelo, a mis manos,
como las historias que me contavas
y nos hacían reír enteros.

Si te pidiese la demora, padre,
para recomenzar la vida, recomponer
la ruina, juntar todos los huesos
para devolverte a la luz de la sabana
y la respiración de los árboles, el inagotable canto
de la tierra, del río que fue
y de la mirada salvaje de las gacelas
en el lomo rojizo del alba.

Si yo te pidiese la demora padre
para recomenzar todo de nuevo,
infancia y arena corriendo por nosotros,
sólo la musica y el secreto de la sabana
el fuego de la tribu, la danza
y siempre el tiempo
el del habla antigua
lo que se anhela con los dioses
y el polvo.

Savana

Se eu te pedisse a demora, pai,
De um corpo adiado, ainda,
e te contasse de novo as viagens
que fazíamos no tempo antigo
e as minhas palavras pudessem
aquecer o teu olhar, trazê-lo de novo
ao meu chão, às minhas mãos,
como as histórias que me contavas
e depois ríamos inteiros.

Se eu te pedisse a demora, pai
para recomeçar a vida, para recompor
a ruína, juntar todos os ossos
para te devolver a luz da savana
e a respiração das árvores, o inexaurível canto
da terra, do rio que havia
e do olhar bravio das gazelas
no fulvo dorso da madrugada.

Se eu te pedisse a demora, pai
para recomeçar tudo de novo,
infância e areia correndo por nós,
só a música e o segredo da savana
o fogo da tribo, a dança
e sempre o tempo
o da fala antiga
o que se anela com deuses
e com o pó.

DISCÍPULOS DEL ALBA

Deja que la sombra baje y nos tome
en su misterio, en el que todo
es paso y umbral, presencia
furtiva e incandescente.

El río fluye y en él se sumerge
tu rostro, tu voz,
tal vez la memoria de otros rostros
y otras voces
cruzándose en los pliegues del tiempo
apareciendo en la oscuridad,
tal vez no sean más que destrozos
de un antiguo sueño
o de una visión sobresaltada
de lo eterno.

Discípulos da madrugada

Que a sombra desça e nos tome
no seu mistério, em que tudo
é passagem e limiar, presença
furtiva e incandescente.

O rio flui e nele se submerge
o teu rosto, a tua voz,
talvez a memória de outros rostos
e de outras vozes
cruzando-se na dobra do tempo
aparentando-se na escuridão,
talvez não sejam senão destroços
de um antigo sonho
ou de uma visão em sobressalto
do eterno.


ASCHENBACH

Aschenbach caminó entre sombras
buscando, enloquecido,
la luz que habría de salvarlo.

Aschenbach recorría las calles oscuras
de Venecia, zozobrando en cada rostro
que le devolvía la decadencia
y la muerte, ansiando
el sueño de la belleza.

Tadzio, Tadzio
luz en la luz, caminando
al borde del mar
apuntando hacia otro lado
más y más lejos
y la vida, esa,
borrándose en el sueño.

Aschenbach

Aschenbach caminhou por entre sombras
procurando, enlouquecido,
a luz que haveria de salvá-lo.

Aschenbach percorria as escuras ruas
de Veneza, soçobrando em cada rosto
que lhe devolvia a decadência
e a morte, almejando
o sonho da beleza.

Tadzio, Tadzio
luz na luz, caminhando
na fímbria do mar
apontando para o longe
cada vez mais longe
e a vida, essa,
apagando-se no sonho.


SÈTE

Desde lo alto veo ese espejo azul
y la reclinada fulguración del mar,
serpenteando por los canales,
dibujando la perfección
de esta mañana de verano.

La luz del viento, en irisada danza,
desordenándonos el corazón
y una voz nace, entre las aguas,
convirtiéndose en poema, arrebatándonos,
mientras los barcos
desaparecen a lo lejos
como sueños desvanecidos.

Escribes a fuego y agua, escribes
Y cantas bajito este verso que te asalta:
«Qu’un long regard sur le calme des dieux !»

Y soy arrastrada por tu voz
así, secreta, llegándome del pasado,
en una embriaguez de imágenes,
pasado y presente, saludándome.

Tal vez por estar frente de esa inmemorial
blancura del cementerio marino,
el mar incendiándolo todo, la luz
subiendo desde el horizonte
y yo aquí, tu mirada posada en mí,
yo aquí, en el umbral del poema,
fuera y dentro de mí, regreso a la voz,
en el infinito recomenzar del canto.
Do alto vês agora esse espelho azul
e a deitada fulguração do mar,
serpenteando entre os canais,
desenhando a perfeição
desta manhã de verão.

A luz do vento, em irisada dança,
desalinha-nos o coração
e uma voz nasce, entre as águas,
fazendo-se poema, arrebatando-nos,
enquanto os barcos
desaparecem no longe
como sonhos esvanecidos.

Escreves a fogo e a água, escreves
E cantas baixinho esse verso que te assalta:
«Qu’un long regard sur le calme des dieux !»

E sou arrastada pela tua voz
assim, chegando-me secreta do passado,
numa embriaguez de imagens,
Passado e presente, acenando-me.

Talvez por estar diante dessa imemorial
brancura do cemitério marinho,
o mar a incendiar tudo, a luz
subindo da linha do horizonte
e eu aqui, o teu olhar pousado em mim,
eu aqui, no limiar do poema,
fora e dentro de mim, regresso à voz,
no infinito recomeço do canto.

« La mer, la mer, toujours recommencée !!»

DESPERTAR LA VOZ, SEGUIR EL TRAZO

Lo mas díicil: este gesto
de amanecer la palabra, el poema,
dejándonos a solas con la blancura de la página.

El canto no llega, cuando lo llamamos
como la luz no viene,
tan manso es,
cuando los copos de la noche se desvanecen
en límpido y claro rocío.

Y entonces la canción irrumpe, de nuevo
pero solo para quien se sienta al borde del principio,
de su principio, y escucha.

Lo mas difícil: este gesto
de bajar a la sombra, al sin fondo del lenguaje,
para oír el canto.
¿Qué huella, qué trazo, es este que nos visita
y nos despierta la voz, en manso secreto?

¿Qué mirada nos posee y arrastra,
ahora que se nos revela otro alfabeto,
exterior al dicho, anterior al soplo de la palabra,
como si las sombras de nuestros antepasados
nos recorriesen, a través de nuestros sueños,
música límpida y tan cercana,
tan imponderable en su aura?

Esas voces cantan en nosotros, silentes,
pero revoloteando en el viento, invisibles,
cantan en nosotros, mas sus voces son de río
y tiempo, de otro tiempo,
en el que también fuimos otros.

Despertar a voz, seguir o traço

É o mais difícil, este gesto
de amanhecer a palavra, o poema,
deixando-nos a sós com a brancura da página.

O canto não chega, quando o chamamos
tal como a luz não vem,
senão de mansinho,
quando os flocos da noite se desvanecem
em orvalho límpido e claro.

E então a canção irrompe, novamente,
mas apenas para aquele que se senta à beira do início,
do seu início, e escuta.

É o mais difícil, este gesto
de descer à sombra, ao sem-fundo da linguagem,
para ouvir o canto.
Que rastro, que traço é este, que nos visita
e nos desperta a voz, em manso segredo?

Que vislumbre nos toma e nos arrasta,
agora que um outro alfabeto nos é revelado,
exterior ao dito, anterior ao hálito da palavra,
como se as sombras dos nossos antepassados
nos percorressem, por entre os nossos sonhos,
música límpida e tão próxima,
tão imponderável na sua aura?

Cantam em nós essas vozes, silentes,
mas que esvoaçam no vento, invisíveis,
cantam em nós, mas as suas vozes são de rio
e de tempo, de outros tempos,
em que também fomos outros.

Maria João Cantinho, (Lisboa, em 1963). Estudou Filosofia na Universidade Nova de Lisboa, onde defendeu dissertação de doutoramento. É actualmente professora do ensino secundário. Membro integrado do Centro de Filosofia da Universidade de Lisboa e do Collège d’Études Juives (Université Sorbonne IV), organizou vários congressos na área de Filosofia, bem como co-editou diversos livros sobre vários. Colabora em diversas revistas de literatura. Publicou 5 livros de ficção (em Portugal e no Brasil) e cinco livros de poesia, bem como três livros de ensaio. Foi nomeada como finalista do Prémio Telecom, em 2006, com o livro “Caligrafia da Solidão” e foi nomeada como uma das ensaístas do ano com a sua obra “O Anjo Melancólico” pelo Professor Eduardo Prado Coelho, foi vencedora do Prémio Glória de Sant’anna em 2017, pela sua obra «Do Ínfimo» e foi galardoada com o Prémio PEN ensaio em 2020, pelo seu ensaio «Walter Benjamin: Melancolia e Revolução». É Directora da Revista Caliban. É membro da Direcção do PEN Clube Português e membro da APCL.
Livros publicados: Asas de Saturno, Ed. Exclamação, (2020); A Dança da Metamorfose, ed. Húmus, (Porto,2021); Walter Benjamin: Messianismo e Revolução, (2021); Escopro e Luz, ed. Labirinto, (Porto, 2022); Tem que ser navegando a Longa noite, EditaCuja, (São Paulo, 2022); Cosmopolitismo e Rêverie, ed. Poets and Dragons Society, Lisboa.

Compartir:

Más creaciones
Grupo Málaga