Mónica González Velázquez

Motivos por los que se ufana este cuerpo

In memoriam Guillermo Fernández

Te imagino pútrida, santa-niña-muerta de ojos-vagos tocando tu canción favorita en la rockola, te imagino sensacional portando ese par de texanas, te imagino con la tráquea seca de tanto cantar a dentelladas; así también imagino el infierno.

La felicidad es el olor de los pinos, los pies desnudos sobre el pasto húmedo, la hojarasca entre las manos; el rumor de las olas, la arena pegada al cuerpo, mil amaneceres destinados al riesgo de querer vivirlos.

Sólo los grandes solitarios emprenden largas caminatas.

Ítaca es al viaje como mis direcciones se tornan invisibles: me ilumino de crepúsculos donde los documentos no son necesarios para transitar fronteras, me niego pruebas divinas; actúo entre bastidores, me fortalezco de mis súbitas convalecencias.

Al final, vamos donde la paciencia no niega que la gloria de este mundo es transitoria.

Las eternas rutas

La bruma se dispersa

Y si alguien me pregunta quién soy, le diré:

Soy quien fluye del río al mar

a las orillas de una costa sin nombre

donde un reino se erige

las naves se incendian

la bruma se dispersa

Soy unas manos

que lentamente sueltan las amarras

en el estandarte de los náufragos

Soy un cuerpo fragmentado

ola espiral en danza rota

Soy la voz que nunca fue

en el silencio húmedo de unos labios

Soy todo lo que dicen acerca

de un par de maletas

y zapatos de viaje

para la travesía.

Las eternas rutas

La vida como un pedazo de cable unido a la tierra

I

No me dirá, una sola palabra

apenas sus labios enmudezcan.

El brazo rígido, la cara pálida

me pierdo en sus pupilas de fuego.

Creerá que fue un sueño

todos sus recuerdos han desaparecido

su cuerpo lánguido gravita en la almohada.

Miro sangre correr por su boca

me ha contado que es caliente y espesa.

Trino de cuervos, su voz apenas reconocible

coros desesperados que los dedos tensados dirigen

alto clamor, percusión de contraltos

progresión melódica, ráfaga hasta el destello

tenacidad grave del arco y la lira.

volar, volar, volar…

sobre un páramo que nunca existió

aciagos campos de luz en el hemisferio, donde sus sueños habitan.

Viaje insólito de mareas arremolinadas

surca sus orillas con el cuerpo plateado

en una danza prominente.

Sus días son altos precipicios de paredes blancas

donde el tiempo transcurre en citas semestrales

y la vida como un pedazo de cable

unido a la tierra que no le pertenece.

En la fulminante experiencia

navega sobre nubes de terciopelo

turquesa es el color sobre los párpados

vuelve de sí sobre pasos vacilantes

y lluvia intermitente en las entrañas

(sombra quieta, en el rellano de la escalera)

¿Quién en su nombre, contará la historia fragmentada?

Antes y después del gran mal

una vez más, la vida se escribe en la confusión de sus ojos.

Yo le ofrezco dulces de anís y amaranto

cuentos insólitos, cine de antaño

cante hondo, romero perfumado

y el brillo de todos mis astros.

II

Mi mano será su ancla

cuando las aguas desborden.

Mi voz será su guía

cuando emprenda el viaje de oscuridad y silencio.

Mi sombra será su sombra

cuando el sol no brille, ni cerca ni lejos.

Mis brazos serán los suyos

cuando las manos graviten.

Mis piernas serán las suyas

cuando huya del espanto.

Mi nombre escuchará

cuando pierda el control

y el switch desate la electricidad en su espalda.

Y cuando la nube azul instale su reino

en días de aparente sosiego

mi cordura será la suya

cuando no entienda

que yo, soy su reflejo.

Gran mal

Breviario de la renunciación

Para ti los perfumes desde entonces los perfumes prohibidos. Lo angélico.

Bajo el musgo esponjoso y bajo tus pasos que no existen.

André Breton

I

Irán las huellas de tu encuentro, desapareciendo todas. Prima el olvido, antes que la pena.

Vuelvo a la periferia de la ciudad, a las guerras floridas de mi raza. Desde la ventana de la nostalgia, me entrego a la contemplación.

Todo caerá, como cae la tarde, y la vida nuevamente cumplirá con la misión del viajero: la despedida.

El amor es un ave de paso

II

No pude evitar buscarte en la puerta de tu frágil figura. En el largo recorrido de aquellos paseos, sabía que en el abrazo, caería de tajo en una lejanía aún más insondable que las geografías.

El amor es una huella sin sombra

III

Casi puedo tocarte. Si te suelto, no te suelto todo.

El amor es lo efímero

IV

En la noche de San Juan, prendo una hoguera. Me entrego a buscar lo Bello en lo imposible, converso con dos gotas de miel que sobraron de la ofrenda, aquella que servimos en la rotonda de nuestros dioses muertos.

El amor es un acto de fe

V

Visito la casa de Trotsky. En la fosa de su jardín, encuentro un letrero que sentencia “Nadie regresa los buenos deseos a esta casa”. Tomo una moneda y de espaldas a la trágica historia que habita la noche del golpe asestado, repito para mí: “Que nadie empañe la felicidad del mundo”.

El amor es una revolución traicionada

VI

Dos gotas de eucalipto han devuelto la humedad a mis lagrimales secos. Si te miro con doble filo, sabrás que no puedo evocarte sin esquilmar la realidad. Como hiere una tormenta de arena, así mis labios se resecan cuando te nombro. Corro por un bosque de palabras en este juego de periferias y acercamientos virtuales.

El amor es un juego de palabras

VII

Las espinas se agolparon en mi frente, ¿acaso el amor duele?

El amor es el desconcierto

VIII

Yo también acepto mis límites y éstos van más allá de una vida que no puedo comprar.

Ya escampó la lluvia y la tarde nos recorre.

El amor es un azul sin rostro

IX

Hay quien hace el amor. Yo me entrego a la contemplación del Dharma.

El amor es la voluntad del espíritu

Breviario de la renunciación

Hombre de mar

Cuando emprendas tu viaje a Itaca

pide que el camino sea largo,

lleno de aventuras, lleno de experiencias.

No temas a los lestrigones ni a los cíclopes

ni al colérico Poseidón,

seres tales jamás hallarás en tu camino,

si tu pensar es elevado, si selecta

es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.

C. Kavafis

I

En las manos sostiene las horas,

por si acaso tus memorias no iluminan como un faro

                                                           en medio de la noche.

No pierdas el momento         profundiza en el ahora.

Los días te regalan guirnaldas preciosas

                                               que perfuman tus días.         

No temas por el mañana sombrío

                                               el futuro es ahora.

II

Guarda todo lo que quisiste ser, en la caja de recuerdos

junto al reloj que ya no marca las horas con lentitud.

Aguarda junto a la playa y rebalsa tus mástiles.

III

Sabes que la vida ha sido buena cuando cae la puesta, la bruma no es tan densa, tu sonrisa se mantiene; las aguas están quietas, los hombres de las embarcaciones vecinas se despiden y tú, quemas tus recuerdos en donde construiste reinos.

Ahora, dale cuerda a tus relojes y espera las lluvias quietas para guardar tus naves.

Mientras tanto, busca tu sitio en la playa y disfruta el crepúsculo con la cara siempre en alto, y de frente al horizonte.

Féretros para la nostalgia

Noche de baile

In memoriam Saúl Ibargoyen

Tango, dijo el poeta.

Luego la música sonó por todo lo bajo

y un bandoneón acompasó la suave brisa invernal.

Yo miré florecer aquel árbol, hasta en los fríos más intensos,

y el más dulce de sus frutos, se asemejaba al recuerdo de aquellos bailes argentinos.

Nostalgia como reminiscencia de aquello que sólo florece en el duro invierno.

Tango, dijo el poeta. 

Porque a veces, somos más cercanos en la lejanía.

¿Qué se ama, cuando se ama? Dijo Gonzalo, y al instante como un sol entre nosotros, se le encegueció el alma.

Tango, dijo el poeta…

Féretros para la nostalgia

Mónica González Velázquez (Ciudad de México, 1973).Egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (UNAM), a la par cursó el Diplomado de Creación Literaria, en la Escuela de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Editora y poeta. Le han sido publicados doce poemarios y una antología poética en Guayaquil, Ecuador.Poemas suyos, han sido incluidos en antologías de poesía en México, España, Nueva York y Argentina. Destaca su participación en la antología Poesía visual mexicana: La palabra transfigurada (Ediciones del Lirio, CONACULTA-INBA, 2014). Finalista en el Premio Internacional de Poesía Visual, Badajoz 2015. Directora de miCielo ediciones, editorial especializada en poesía y libro alternativo.

Compartir:

Más creaciones
Grupo Málaga